“Cómo Enseñar Biología Usando el Pensamiento Científico” Fue el título que acompañó el taller organizado por la dirección del Laboratorio de Investigación e Innovación Tecnológica para la Educación en Ciencias – LIITEC-ULS (Universidad de La Serena) y el Instituto de Biología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, realizado el pasado lunes 22 de julio y que estuvo a cargo del Dr. Hernán Cofré y de la Mg. Paola Núñez, ambos académicos asociados al proyecto Fondecyt Regular (2018 – 2020) Nº 1181801.
En esta oportunidad, se ofrecieron distintas actividades dirigidas a estudiantes y profesores de Biología, la mayoría egresados de la Universidad de La Serena (ULS), para trabajar algunos contenidos de la evolución biológica, destacando diversas aproximaciones a esta área de la enseñanza, incluyendo algunos obstáculos que se deben superar al momento de pensar en la comprensión, la ejecución y análisis de las diferentes actividades que abarcan las habilidades de pensamiento científico.
Según comenta una de las asistentes al taller, Paulina Valdivia, alumna de Pedagogía en Química y Ciencias Naturales de la ULS, esta experiencia le permitió “aprovechar este espacio para llenar nuestros vacíos curriculares, tener mayor cantidad de recursos y estrategias al momento de utilizar contextos escolares y poder enriquecer a los estudiantes con el conocimiento científico”. Destacó, además, la disponibilidad de los profesores que impartieron el taller y los recursos empleados, “pues muchas veces en la formación profesional docente se trabajan estás estrategias para el aula de manera aislada y teórica, lo que resulta contradictorio ante el discurso actual sobre cómo enseñar ciencias”.
Las actividades propuestas tuvieron como objetivo, impulsar a que los participantes de un espacio de aprendizaje desarrollaran habilidades de pensamiento científico, a través del “reto de convertirse en paleoantropólogos” por unas horas, observando, midiendo y tomando datos de diversos cráneos de especies de hominidos. Con esto, el taller ayudó a que los profesores pudieran responder preguntas como: ¿Cuáles son las adaptaciones más importantes que nos hacen ser como somos? o ¿Cuáles son las evidencias científicas del cambio en el tiempo de nuestro linaje?
Luego, y gracias al modelo de una gran lámina representando huellas de homíninos que fueron descubiertas en 1976 por el equipo dirigido por Mary D. Leakey en los sedimentos volcánicos de la localidad de Laetoli (rama oriente del Gran Valle del Rift, Tanzania, África Central), los asistentes pudieron analizar diversos aspectos sobre la investigación paleoantropológica. Así, los profesores pudieron realizar observaciones, mediciones e inferencias que les permitieron concluir alguna de las características propias de Australopitecus afarensis, la conocida Lucy, especie que presumiblemente dejó dichas huellas. que debían, de acuerdo a las formas, tamaños e información que acompañaba cada huella, lo que causó un importante interés del grupo en general.